Discurso del Intendente Guillermo Osnaghi en oportunidad de celebrar el natalicio del General José de San Martín.

Tres países de América Latina le agradecen hoy su libertad a un prócer correntino: el General José Francisco de San Martín, un hombre con profunda vocación de libertad que gracias a su fortaleza pudo materializar su sueño.

“Seamos libres, lo demás no importa” fue su frase y mandato de vida y, respetuoso de sus propios principios, destinó su carrera al cumplimiento de esa idea.

Si bien tuvo un fuerte temperamento, las demás cualidades de su personalidad lograron que hoy estemos aquí rindiendo honores a su memoria y sus logros, porque fue un hombre de convicción, de suma inteligencia y de infinita valentía.

En el año 1789, ingresó como cadete en el Regimiento de Murcia. En 1812, San Martin llega a Buenos Aires y el Triunvirato le concede el grado de Teniente Coronel de Caballería y crea el Regimiento de Granaderos a Caballo.

En febrero de 1813, llega la victoria de San Lorenzo, bautismo de fuego de los granaderos. En 1814 asume el mando del Ejército del Norte y, frente al deterioro de su salud, se retira a la

provincia de Córdoba, donde elabora su plan continental para liberar a Chile y luego el Perú.

En nuestro país se lo reconoce como “El Padre de la Patria” porque nos trajo la Libertad. Pero también se lo nombra como “El Libertador” porque libertó a otros países, convirtiéndose en uno de los próceres más admirados a nivel continental.

Aunque no fue docente, sus palabras, convicciones y acciones educaron a muchas generaciones, hasta el día de hoy.

Incentivó la creación de establecimientos educativos públicos, gratuitos y laicos. Alfabetizó aborígenes y les enseñó oficios, contribuyendo a tu integración social e independencia económica.

Su generosidad con los más desprotegidos se basaba en el hecho de que el General José Francisco de San Martín consideraba que sólo con gente ilustrada los pueblos podían progresar material y moralmente.

Uno de sus pensamientos más característicos fue: “Serás lo que debas ser, o no serás nada” y así cruzó los Andes con su ejército para cumplir su hazaña.

Rodeado de sus seres más queridos, José Francisco de San Martín falleció en su casa de Francia un 17 de agosto de 1850, a los 72 años. Sus restos fueron repatriados, un 28 de mayo de 1880, 30 años más tarde, y actualmente se encuentran en la Capilla Nuestra Señora de la Paz ubicada en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.

Hoy, a 244 años de aquel día de su nacimiento, cada uno de nosotros está llamado a continuar el legado de nuestro querido general: Siempre que contribuyamos a la Justicia, la Equidad y la Libertad en todas sus formas, estaremos honrando la memoria del prócer correntino con más trascendencia nacional e internacional.

Como vecinos, como ciudadanos, tenemos hoy la oportunidad de saber, comprender y asumir que la Libertad no es un logro individual, sino que es una conquista colectiva. Porque no se trata de uno, sino del bienestar de todos.

Nuestro general soñó un mundo mejor para todos. Y sus sueños y acciones tuvieron su impacto en la Eternidad. Lo que logró se fue dimensionando mejor con el paso del tiempo y sin dudas que fue el mejor estratega y estadista que arrojó nuestra Historia.

El soñó ver a los pueblos felices y en libertad. Aquel sueño cumplido está hoy en nuestras manos y es nuestro deber seguir cumpliendo mientras Dios nos permita el aliento de vida.

¡Muchas gracias!

Arq. Guillermo Osnaghi.

Intendente de Paso de la Patria.

Provincia de Corrientes.

Municipalidad de Paso de la Patria.